miércoles, 21 de marzo de 2012

HUMAUACA: despidiéndonos de Argentina


Vaya días en la zona norte de argentina...parece mentira que llevemos dos meses aquí, es como si lleváramos un imán en los pies que nos atrae al asado, al mate, y el eterno tema de las Malvinas... PERO AQUÍ EN EL NORTE, ya nada es como antes. Aquí ya no se toma mate (poquito), se toma coca (en hoja, malpensados!) se come más llama que ternera, y a nadie le importa un pito la disputada islita.
Bueno, y vamos al grano no?? Estamos a apenas 3 horas de la frontera con Bolivia, y eso aquí se hace notar. Los rasgos ya no son tan occidentales, la gente es más calmada, sosegada, y se parece mas a sus vecinos bolivianos en general. Naaaada que ver con el carácter porteño (de los de Buenos aires, eso es), lo cual ni es malo ni bueno...diferente. Es como estar desplazados un par de décadas en el tiempo en muchos aspectos,(aunque los "cyber" se llenen constantemente de locales enganchados a los juegos online y al maldito facebook!!)
Estos días (bueno, hace ya unos cuantos…) hemos formado una simbiosis con unas chicas muy especiales que nos re-encontramos en nuestro último asado típico argentino: Montse y Anina,( Catalana y Venezolana respectivamente) y que, a pesar de sus problemas con eso de la puntualidad y su terrible adicción al mate y la mortadela barata en rebanadas de 10mm, están siendo las mejores compañeras de viaje que pudiéramos encontrar (y no es porque vayan a leer esto que lo menciono!) Han intentado zafarse de nuestra compañía alegando todo tipo de excusas, pero qué demonios, somos muy buenos en esto del acoso, y no lo consiguen! 

Desde Humauaca, este encantador pueblo donde se pierde el sentido horario entre montañas y cerros de mil colores, nos fuimos los 4 hasta IRUYA, otro pueblo encantador casi casi en medio de la nada. Ver fotos del camino a Iruya: 




Allí no es que hiciéramos gran cosa, excepto perseguir nuestros últimos caprichos culinarios argentinos, a sabiendas que esto se acababa pronto... Conseguimos catar el famoso Pastel de Choclo y el Locro, ambos basados en el omnipresente maíz pero la mar de bueno.
Mirar que bonito Iruya!:




























Alba se había quedado con ganas de visitar un pueblo que recién consiguió electricidad y un campo de futbol...y al que solo se puede llegar a pie o a caballo: SAN ISIDRO. Que lindo este pueblo che! Aquí, rodeados de montañas y ríos de piedra y barro, se encuentran 350 personas repartidas en 80 familias "no más". No os imaginaríais que el tipico "paseo por el pueblo" fue el más breve que hemos hecho en la vida: 100 metros de calle, en forma de L. Ademas presenciamos (a medias porque hace falta mucho estomago para ello...) una autentica matanza de una vaca.




























La vida ahí es más sosegada si cabe y, como curiosidad, todos los precios de comedores y alojamiento estaban "acordados" entre todos y siempre a la vista, lo que hacia las elecciones más que simples para el turista.  Cada familia autogestiona sus residuos (quemándolos o enterrándolos) y viven casi exclusivamente del turismo, que incluso bajo nieve da suficiente para ello.
Lo más interesante de San Isidro, pero, es el propio camino que te lleva a él. Montañas y montañas de material sedimentado durante siglos, que cambian sus formas con cada lluvia, mientras inundan el río de piedras que suenan como ...piedras? arrastradas por el agua.



Tras 1 hora de espera para la cena, preparada por el multitrabajador del año  Pablo (guía, cocinero, albañil,mozo,tendero,etc) , acordamos contratarle para ir al siguiente pueblo: SAN JUAN, al dia siguiente. No tardó Anina (influencia de sus años en cataluña, parece) en regatearle 40 pesos en un plisplas, y nos engrescamos para levantarnos pronto... Peeero, el destino eligió otra cosa, y tras las lluvias torrenciales de la noche y nuestro miedo a quedarnos aislados (bastante típico aquí también), nos volvimos a IRUYA de nuevo, y de vuelta a Humauaca.


























Último día en Humauaca, solo las chicas, nos fuimos a pasear por el camino real del inca para poder ver las famosas pinturas rupestres que datan del año 10.000 a.C, las cuevas en sí no fueron gran cosa, o no tanto como el siempre espectacular paisaje rojizo del norte.




Fue, esta última noche en Argentina, donde conocimos a Carlos, el regente de un fantástico hostel (Hostal la Antigua)  ubicado en una casa del 1800 algo, que nos pegamos el último (esta vez sí) Choripan de Argentina. Reunidos (otra vez) con antiguos amigos del viaje, entre brasas, cervezas,Fernet y grasas animales, nos quedamos con la mejor impresión de este vasto y maravilloso país que es Argentina...

Don't cry for us Argentina!!! volveremos!!!!

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