jueves, 24 de mayo de 2012

ECUADOR: 11 días y 11 noches


Tras pasar un dia de playa en el pueblo de TRUJILLO con nuestro nuevo amigo canario Sergio – y recordando todos al unísono que Perú NO debe ser conocido por sus playas (bastante sucias pero de olas violentas para los poco escrupulosos surfistas, eso sí), nos dirigimos a la frontera del norte limítrofe a ECUADOR.

Creo que tras 7 meses, por fin, podemos afirmar que todas las fronteras de este continente son iguales…abarrotadas de gente, con pequeñas tiendecitas y miles de puestecitos que se animan al ver el dólar andante que somos todos los “gringos” que las cruzan. De repente, a la entrada del nuevo país, eres un “amigo” para todo el mundo, y casualmente, todos tienen consejos desinteresados para el ignorante errante:”Cuidado con los robos!”(cómprame a mí, que te robaré solo lo justo),  “la frontera es peligrosa”(mejor vas en mi taxi a la vuelta de la esquina!) …Si , sí , claro, GRACIAS señor taxista, por sus consejos, y por habernos colado un billete falso de 20 Soles peruanos!  

ECUADOR no difiere mucho a todo lo que hemos visto hasta ahora…a mí, personalmente, me parece estar viviendo un “deja vu” demasiado familiar.  Se come arroz (¡!!) con “algo” y un vaso de jugo,  y sopa de primero. O sea: lo mismo que en Perú y Bolivia, e incluso casi a igualdad de precio. 

La diferencia más notoria, quizás, es que aquí se paga en dólares. Resulta que los ecuatorianos sufrían de una deflación de su moneda increíblemente alta…menos mal que vino papa Sam y les “permitió” usar su moneda. Casualmente, al mismo tiempo, de repente los ecuatorianos tenían acceso a créditos hipotecarios y otros lujos de nuestra crisis moderna. J  Por cierto, decir que el Sr. Correa está usando las mismas artimañas para ganar el voto populacho: regalar dinero a los pobres, y subir los impuestos a todas las empresas, mientras se llena los bolsillicos. ¡Olé!

Nos dirigimos a Cuenca – ya sin Sergio que se marcha de vuelta a casa (a ver si le volvemos a ver!) , ciudad patrimonio de la humanidad si no recuerdo mal.  Bonita ciudad, la verdad. Tranquila para pasear, con arquitectura colonial bien cuidada…y poco más. Se come por 2 dólares, si decides comer lo de siempre. (arroz, bla bla bla).


Nos dirigimos luego al pueblo de BAÑOS. Aquí en Baños ya hay un poco más de chicha para contar. Este pueblo de 14.000 habitantes está empacado en un valle, al lado de un volcán que erupcionó en el 2000, causando la evacuación del pueblo durante 6 largos meses. Según nos contaron, mucha gente murió de tristeza, aparte de arruinarse por el cierre de sus negocios y la triste mudanza que supuso para todos. Desde entonces, el pueblo cuenta con nuevos puentes de evacuación…por si acaso. Y el volcán- que suelta solo cenizas hoy en día- se ha convertido en atracción turística que puedes visitar por 3 dólares en camioneta.

En BAÑOS nos alquilamos unas bicis por 5 dolares, y nos fuimos a hacer la ruta de las cascadas…más cascadas, que nunca han vuelto a ser iguales desde las de Iguazú, pero ahí estábamos: echando la foto. 


Una ruta casi toda en bajada de unos 25 km, que luego hicimos de vuelta en la parte de atrás de una furgoneta, ya que ningún autobús nos paraba.  Las amígdalas de Alba agradecieron mucho el viajecito en bici, y nos dieron la oportunidad de visitar un “auténtico” consultorio ecuatoriano un domingo por la tarde. Serán 8 dólares, por favor. (menos mal que teníamos TV por cable y Wifi en el hostal, para matar las horas de enfermedad!)

Hartos de BAÑOS, nos fuimos luego a TENA, donde esperábamos ver a un montón de monos en Misuallahí…fue una lástima que se pusiera llover intensamente, y no conseguimos ver nada. En Tena, si no estás dispuesto a pagar por el rafting y el cayaking, no hay nada que hacer, así que nos fuimos a LATACUNGA, donde podríamos ver otras cosas…

En LATACUNGA, otro (si, otro) pueblo con estilo colonial (la que liamos en el continente los españoles, tu…) nos hospedamos en el Hotel Central, regentado por una mujer, Viola, de Palestina. Con 47 años de residencia en Ecuador, ya era más ecuatoriana que otra cosa, pero tenía la más interesante de las charlas, y más de un café de charreta cayó por ahí…

Al segundo día, nos fuimos a ver el mercado de los jueves en Saquisilí, a tan solo 1 h en bus. Aunque no esperaba mucho de ello, más que vendedores de verduras y comida, nos sorprendimos al ver que allí se vendía absolutamente de todo!! Desde pescado hasta gallinas, “cuys”, conejos ,perros, música, telas, ropa…etc etc etc…



Al dia siguiente, por fin, llegamos a la Laguna Quilatoa, que es un lago de agua salada situado dentro de un extinto volcán…no sé que explicar de aquí, que no puedan hacer unas fotos. Lo de que el lago sea de agua salada es increíble, la verdad, más que nada porque estábamos a más de 500 kilometros de la costa!













Ya de despedida de este país, del que sabemos nos perdimos un montón de cosas (en pro de visitar Colombia más tiempo), nos metimos 2 días de autobús intensos intensos…con apenas 20 minutos entre cada uno de ellos, llegamos a pillar 6 autobuses en 2 días, para llegar a Colombia.  

Adiós ecuador, nos vamos con un poco de arrepentimiento de no haberte visitado más, y sabemos, por dentro, de que nos volveremos a ver, con destino especifico a La Costa, y las Islas Galápagos! (si queréis hacer donaciones para ello, os pasamos la cuenta del banco, solo necesitamos 3000 eu!!)

miércoles, 23 de mayo de 2012

HUARAZ Y CORDILLERA BLANCA: paraíso de montaña


En este punto Roman y yo nos separamos unos días, mi destino es éste y él se va a Cuba una semanita a visitar a su padre.

Huaraz es el pueblo “base” para realizar excursiones por la Cordillera Blanca, uno de los mejores lugares del mundo para practicar deportes de alta montaña. Y es que esta cordillera, es la segunda más alta del mundo, después del Himalaya. Tiene 16 picos más altos de 6000msnm y otros 17 de más de 5500msnm, así que no es de extrañar que atraiga a tantos montañeros. Además de las montañas, la Cordillera Blanca cuenta con más de 600 glaciares y casi 300 lagunas, así como cientos de vías de escalada en roca.

No escogí la mejor época para visitar esta zona, ya que aún es temporada de lluvias, y eso complica el poder hacer alguna cumbre. Aún así, pude disfrutar bastante del lugar y hacer algunas excursiones más cortas por los alrededores.

Me alojé en el hostal Monkey Wasi, lugar que aconsejo a todos los viajeros. De hecho Monkey Wasi es más una casa de amigos que un hostal común, todos los huéspedes que había en el momento en el que yo fui, es gente que ha decidido pasar en Huaraz una temporada, lo cual lo hace un lugar muy peculiar. Además el hostal cuenta con una mascota, un mono llamado Harried que se dedica a robarle la comida a los huéspedes…




Los primeros días los pasé aclimatándome de nuevo a la altura. Solo hicimos unas caminaditas por los alrededores de la ciudad, y además, después de tanto tiempo, me pude volver a poner unos pies de gato (zapatillas de escalada).

El pueblo de Huaraz no tiene nada de especial, aunque los mercados siempre ofrecen alguna buena fotografía:

Al cabo de unos días, apareció Sergio, el tenerifeño con el que estuvimos en Lima, así que nos unimos para hacer alguna excursión más larga. La primera fue a la Laguna 69, un trekking muy típico de un día, bastante turístico aunque el paisaje vale la pena. 

Empezamos la ruta adentrándonos en una quebrada enorme y pasando por las lagunas de Llanganuco, dos lagunas color turquesa a 3800msnm.

Detrás de las lagunas se levanta la enorme montaña de Huascaran de 6768msnm, el pico más alto del Perú. La verdad es que desde donde estábamos impresionaba la magnitud de esa montañita.

Llegamos por fin al sendero que conduce hasta la Laguna 69, después de tres horas de camioneta, y empezamos la subida. Debido a las lluvias el terreno era un auténtico barrizal, se hizo muy difícil caminar por ahí:


Aún así, a medida que avanzábamos el paisaje se iba volviendo más montañoso:


Y aunque el día no estaba del todo claro, a ratos pudimos divisar alguna de las cumbres:


Después de superar un desnivel de 800metros, llegamos a la famosa laguna 69, situándonos en los 4600msnm. 


Fue una lástima porque el día justo se tapó cuando llegamos a destino y no pudimos ver algunas de las cumbres más bonitas.

¡Sin duda este trekking vale mucho la pena!

Al día siguiente nos tomamos el día con un poco más de relax. Visitamos las ruinas de Willka-Waín, pertenecientes a la cultura Huari, un conjunto de restos arquitectónicos de la época preincaica (año 700-900 d.C).


Y de ahí nos fuimos directos a un restaurante que nos habían recomendado para comer el plato más típico del lugar: la Pachamanca (en quechua significa “olla de piedra”). Este plato tan especial, por lo visto, existe des de la época de los Incas. Está elaborado por la cocción, al calor de piedras precalentadas, de carne de vaca, cerdo y pollo, así como de verduras típicas andinas como la papa, el camote, el choclo, haba en vainas y la yuca. Una delicia para los amantes de la carne como nosotros!


Después del gran atracón de comida, decidimos ir a pillar una buena indigestión a las famosas termas de Monterrey, no entendimos muy bien porque eran tan famosas porque era de lo más feo, pero el bañito en agua termal nos sentó bien.

Como traca final, decidimos hacer un trekking de tres días pasando por las quebradas de Akilpo e Ishinca. Como es temporada baja no se apuntó nadie más asique montaron una auténtica expedición solo para nosotros dos.

El grupo estaba compuesto por dos guías nativos de la zona, cuatro caballos (dos de ellos sólo de acompañantes), tres perros, Sergio y yo.

Íbamos a dormir dos días en la montaña así que era necesario llevar todo lo necesario. 


Empezamos a caminar en un lugar llamado Joncopampa (3400msnm), ingresando a la quebrada de Akilpo. En esta primera parte caminamos por un bosque de Quenuales, parecía que en cualquier momento un duendecillo iba a asomar la cabeza por algún lado…


Una vez pasado el bosque se empezaban a divisar las montañas:


Este primer día caminamos solo hasta la una del medio día, aunque tuvimos suerte de montar el campamento tan pronto porque en poco rato, cayó una tormenta de granizo que nos hubiera dejado empapados de pies a cabeza. 


El frío, al irse el sol, se puso bastante insoportable, ni nuestros super sacos aptos para este clima nos salvaron de la congelación de la noche, por la mañana, hasta la tienda se nos había congelado!!

Por suerte el siguiente día empezó con un sol deslumbrante, algo no muy común en esas fechas, fue perfecto porque ese era el día clave, teníamos que llegar hasta los 5000msnm. El terreno de ese día era muy complicado para los caballos así que ellos tuvieron que dar la vuelta.

Empezamos a caminar a las 7 de la mañana, aún con los pies congelados, no conseguimos entrar en calor hasta que el sol empezó a aparecer por detrás de las montañas:


Después de dos horas de subidita llegamos hasta la laguna Akilpo (4600msnm), laguna a los pies de los Nevados de Tocllaraju (6034msnm) y Akilpo (5495msnm).

 De ahí nos faltaban otros 400metros de desnivel para llegar hasta El Paso. A medida que avanzábamos el nivel de nieve aumentaba:

Sorprendentemente, llegamos al Paso mejor de lo que creíamos, la altura casi ni la notamos. El lugar espectacular, des de arriba se podían divisar los dos valles (Akilpo e Ishinca), las fotos no reflejan la inmensidad de las vistas.

En este punto tuvimos que atarnos con cuerdas, había mucha nieve y el descenso era complicado. Incluso los perros no se atrevieron a cruzar El Paso (aunque nos enteramos de que habían dado la vuelta y llegaron a casa en perfecto estado…)



Una vez pasado el duro tramo paramos a comer y seguimos el descenso por la quebrada Ischinca hasta encontrarnos de nuevo con nuestro guía y los caballos:


El tercer día fue el mas “light” ya que todo el trayecto fue de bajada, dejamos atrás las altas montañas, pero el paisaje de la quebrada seguía siendo muy bonito:

En 4 horas nos plantamos en los pueblos de la zona, donde nos pasó a buscar un taxi privado para llevarnos a casita.

La verdad es que ha sido una pena no poder quedarse más tiempo en este maravilloso lugar, pero nunca se sabe, tal vez volvamos algún día!

Paseando por LIMA


No tenemos mucho que contar de Lima. Como la mayoría de capitales de los países sudamericanos, Lima es un caos absoluto de coches y gente.  Además resulta bastante más caro que el resto del Perú así que no pasamos en la ciudad más de dos días.

Lo único que tiene la ciudad es una plaza central bien bonita y algunas calles que valen la pena, pero nada más.




Lo  bueno de esta visita fue sin duda la compañía, volvimos a juntarnos con Anina y Montse además de otros amigos que ellas habían conocido por el camino. Como guinda final, pudimos celebrar todos juntos el cumpleaños de Montse así como despedirnos, ahora sí,  definitivamente (aunque quien sabe, tal vez volvamos a encontrarnos en el camino…) de las chicas, ellas empiezan una nueva aventura por Centro América!

  


Esa noche visitamos el bar “Ayahuasca”, considerado uno de los mejores bares del mundo! Un toque muy ”cool” a nuestro último día en la ciudad.


jueves, 3 de mayo de 2012

¡HUACAAAACHINA!


De Arequipa cogimos de nuevo un autobús nocturno hacia ICA, el viaje resultó interesante porque después de estar en ese paisaje tan verde y montañoso, nos situamos en la costa que resultó ser un desierto ENORME!!!
Y como explicamos esta pequeña maravilla situado dentro de un desierto de arena y arena??? Pues ahí va una foto:



Pues eso es Huacachina: un oasis dentro de un desierto. Situada al lado de la ciudad de ICA, fea y con el atractivo de una morsa en tutú, Huacachina no es más que la tira de hostales y restaurantes de calidad media que rodean el curioso oasis.   Fuimos atraídos por las fotos de alguna postal, aunque hay que reconocer que no resultó ser tan atractivo como parecía…

PERO allí tuvimos la mejor de las sorpresas, y es que nos encontramos a las CHICAS DE LA MORTADELA, Montse y Anina, inesperadamente y sin planearlo.  También ahí se introdujo el que más tarde resultó ser un descubrimiento interesante: SERGIO, de Tenerife.  


Juntos nos fuimos a comer, y luego a pasear por las dunas, para ver el atardecer. Vistas en las fotos parecen pequeñitas, pero subir hasta arriba de la duna se las trae...


Algo que podríamos repetir a diario, es la sensación de volar mientras corríamos duna-abajo como unos chiquillos, apenas entorpecidos por la arena (eso sí, tragando la que empujaba el viento).


Y eso es Huacachina!! Así que, ala, a seguir leyendo, que esto no da para mas…

AREQUIPA: la ciudad blanca


Bueno, y después de la mayúscula sorpresa que fue la visita a Cuzco y el Macchu Picchu- primera ciudad del Perú que visitamos – nos volvimos a sorprender con el legado que aparentemente dejaron los españolitos de la época en la ciudad de AREQUIPA.

Qué ciudad tan bonita y agradable para pasearla, “por dió”!!  La verdad es que, otra vez, nos dejó boquiabiertos. Una ciudad moderna, con tiendas , restaurantes y demás cosas como en cualquier otra ciudad moderna del mundo…pero con toque peruano.  


Allí nos alojamos en un hostel regentado por unos irlandeses, el WILD ROVER…que resultó ser uno de los hostels mejor equipados en los que hemos estado en todo el viaje! Bar propio, piscina, discoteca propia, habitaciones amplias y comodísimas…la verdad es que no tenias que salir de ahí si no querías!  No es nuestro estilo de lugar, pero esta vez la comodidad se apreció, para que engañarnos…y todo por 14 soles la noche. (5eu).  

En Arequipa, ciudad conocida por sus numerosas iglesias, llegamos, precisamente, en Semana Santa.  Nos dimos cuenta al poco de estar allí, cuando hordas y hordas de gente deambulaban por las calles visitando en familia cada una de las iglesias, mientras se entretenían en el camino comiendo manzanas de caramelo y demás chucherías dulces y saladas. Por muy moderna que sea la ciudad, hay escenas de restaurantes callejeros como las que se repiten en toda Latinoamérica. Eso no se ha perdido, incluso cohabitando con Starbucks,McDonalds y demás epidemias del mundo occidental.

Por último, destacar que allí también conocimos a gente bien curiosa, argentinos músicos que deambulaban por restaurantes para ganarse la vida, y a un sueco que llevaba 6 años también viajando y viviendo de la música. Una vez más, la ya legendaria camiseta Zildjian nos ayudó a conocer a estrambóticos personajillos musicales, que suelen ser de lo mejor que se puede uno encontrar por ahí. 

miércoles, 2 de mayo de 2012

¡VAYA CAÑONAZO!

Y después de visitar uno de los “highlights” del viaje, nos vamos a un lugar al que los demás viajeros también califican como una parada obligatoria en Perú, el Cañón del Colca.

Este cañón es el segundo más profundo del mundo (3191m de profundidad) solo superado por el cañón del Cotahuasi (de unos 150 metros más), ambos cañones se encuentran a solo un par de horas de autobús el uno del otro. Aún así, según muchos, el cañón del Colca es bastante más bonito, así que por eso fuimos para allí. 
Llegamos a Arequipa por la mañana y sin pensarlo, cogimos otro autobús hasta el pueblito de Cabanaconde.
El viaje de nuevo nos ofrece paisajes impresionantes. Primero volvemos a subir metros y nos situamos a cerca de los 5.000m, pasando por una llanura nevada enorme, y luego empezamos a descender abruptamente hasta el pueblo de Chivay.
Pasado Chivay, el cañón ya se empieza a divisar a lo lejos.
Y las carreteras, como siempre, se vuelven más vertiginosas.

Fijaos en la vestimenta típica de la zona, los bordados de gorros y vestidos de las mujeres son preciosos.

En Cabanaconde nos alojamos en el Hostal Pachamama, donde nos sirven uno de los mejores desayunos que comemos en mucho tiempo. Y al día siguiente empezamos nuestra ruta por el cañón.
Como las agujetas del Machu Picchu aún se notan y tenemos prisa por llegar a Lima,  decidimos hacer solo tres días de ruta.
El objetivo del primer día era llegar a Llahuar. Nada más empezar ya se nos engancha un perro muy simpático que bautizamos como “Colca”, y que nos acompañó todo el viaje.


La primera parada fue un mirador desde dónde pudimos contemplar la inmensidad del cañón.


Ese día era todo bajada pero no por ello fue menos agotador. La ruta era una auténtica “destroza rodillas”: 4 horas de bajada de ripio

En el pueblo de Llahuar, solo viven dos familias, y las dos tienes hostales. Nos alojamos en el único hostal de los dos que estaba abierto. Las habitaciones eran muy sencillas, hechas con medias cañas de bambú, selladas al viento con arcilla entre ellas…pero el lugar es único.

Además en este hostal cuentan con dos piscinas de agua termal, una no estaba abierta pero sí la más pequeñita, de apenas 1mx2m…como solo estábamos Román y yo, pues fue suficiente para sentirnos como en nuestro jacuzzi (sin burbujas) privado!
Al día siguiente nos tocaba de nuevo una dura caminada, pero esta vez de subida, unos 800 de desnivel. Tres horitas cuesta arriba, que si ya era dura por ella misma, aún más lo fue por el culpa del solazo que pegaba.
Llegamos arriba agotados, pero desde el mirador de nuevo tuvimos unas vistas excelentes.


Durante un rato el camino transcurrió bien llanito por la ladera de una montaña.
Pero a lo lejos se divisaba el tramo final que nos esperaba de bajada, hasta llegar al pueblo de Sangalle.
Sangalle, también conocido como el Oasis, es eso, un auténtico oasis en medio del cañón. No sabemos por qué, pero en ese lugar se han construido una decena de hostales con unas piscinas increíbles… como si del Caribe se tratase. Lo mejor de todo es que eso, por el módico precio de 10 soles (menos de 3 euros).


No entendemos cómo puede salir a cuenta todo el trabajo que cuesta mantener esto, además, hay que tener en cuenta que en estas zonas tienen que traerlo todo a mula o caballo, todo todo.

Al día siguiente nos levantamos bien pronto para poder hacer la subida hasta Cabanaconde sin mucho sol. Ese día había que hacer 1200m de desnivel, por un caminito que no daba tregua a la subida. En total 3 horas durísimas de subida…
El pequeño sendero, era una auténtica autopista de mulas y caballos, subiendo y bajando, llevando de todo: colchones y material para los nuevos hostales que se estaban construyendo, bebidas y comidas, e incluso turistas que no se veían con fuerza de subir la dichosa subida.






En el camino también pudimos divisar algún cóndor, un ave muy común en esta zona.
Por fin, después de casi 3 horas de subida llegamos hasta el pueblo. Sin tener tiempo ni a ducharnos porque salía el autobús, nos fuimos dirección Arequipa.

TIPS PARA QUIEN QUIERA VIAJAR AL COLCA
No podemos dejar este post sin comentar un par de cosas muy importantes a tener en cuenta para visitar este lugar. Este destino es un poco controvertido para los viajeros, así que ahí van algunas recomendaciones.
    Existe una nueva ley que exige el pago de una entrada para visitar toda la región del Colca. Hasta el año pasado el precio era de 35 soles, pero este año decidieron subirlo al doble. 70 soles (que son 20euros), no son ninguna broma en un país como Perú. Con ese dinero puedes comerte 15 menús… Es un precio muy abusivo. Hemos incluso conocido gente que decidió no ir como forma de protesta… y no es para menos. Lo peor de todo es que, cuando hablas con la gente del lugar, todo el mundo está en desacuerdo con la tarifa. Sobre todo porque se dice que el dinero es para el pueblo pero, obviamente, se lo quedan los “mandamás”, como siempre.
    Por lo que vimos, la mayoría de gente lo que hace es, primero, negarse a pagar nada, y si insisten pues al final siempre te dejan bajar el precio a 40 soles, que es la tarifa de estudiantes.
    Bueno, nosotros tuvimos la suerte de que nos fuimos sin pagar, la primera vez que nos pidieron el boleto nos negamos a pagar nada y no nos encontramos en el camino ningún otro revisor. Pero bueno, la gente se inventa de todo, des de que trabaja en una ONG en Lima,  o simplemente dice que no lleva dinero.
    Lo que está claro es que como máximo tienes que pagar 40 soles, MAS NO!


    Los más importante. Para visitar el cañón no es necesario hacerlo con un tour!! En Cuzco o Arequipa te comen la cabeza diciéndote que no se puede hacer por libre, que es muy complicado, y te quieren cobrar unos 150 dolares por una excursión de 2 días... ¡Es una locura! Con un poco de sentido común es muy difícil perderse. Lo más importante, es que los tours valen un pastón pero luego a los pobres de los alojamientos les pagan una miseria, al igual que a los guias... Nos dijeron que a los alojamientos si van con tours les pagan 5 soles (que es 1,5 euros). Como mucho, si se prefiere se puede contratar directamente en Cabanaconde algún guia local. Sin tours se contribuye un poquito más a la economia del lugar!