Hora de partida /llegada: 8.30h - 20.30h
Una vez provistos de agua, mate, yogures, mortadela, y demás esencialidades, partimos con Norma (cocinera) y Gilberto (chofer/mecánico/guía), hacia la gloria prometida. Nos esperan 4 días por delante, y todavía no sabemos qué nos encontraremos en la ruta a bordo de este fantástico Land Cruiser.
Solo salir el paisaje ya resulta cautivador, pasamos por la Quebrada de Palala y por el Valle de la Luna:
Luego empezamos a subir montaña arriba hasta colocarnos a cerca de 5000 metros (¡!!) sobre el nivel del mar, desde las alturas las vistas son increíbles,quizás exacerbadas por el manojo de hojas de coca que llevamos en la boca??)
Pasamos por algún pueblito y continuamos maravillándonos con el paisaje y con la cantidad de llamas que nos encontramos por el camino…fijaos en los lacitos de las orejas, ahí puestos en honor a la Pachamama (Amén).
La primera sorpresa del tour, sin duda, es la parada de la comida, cuando Norma saca unos platos en bandejas de cristal con comida estupendamente preparada y organizada en la parte trasera del todoterreno...aquí se nota que el nivel de estos nuestros nuevos compañeros de viaje es alto, altísimo. (no quiero pensar en el bocata jamón oscar mayer que nos hubiera caído en un tour español...) y eleva aún más el espíritu del grupo.
Pasamos por el pueblo principal de la zona: San Pablo de Lípez, lugar donde paran a dormir todos los turistas..pero no nosotros, los proscritos.
Parecía imposible pero el paisaje cada vez se volvía más y más espectacular: la inmensidad y los colores se vuelven imposibles de fotografiar (aunque lo intentamos…):
Tenemos tiempo a parar, hacer algunas fotos y tomarnos un mate con hojas de coca para ir adaptándonos a la altura.
Pasamos algunos ríos de espanto, por suerte Gilberto es todo un experto al volante (vídeos proximamente).
El terreno empieza a ponerse complicado y tenemos que bajarnos del coche algunas veces para aligerar el peso. ¡Caminar a esta altura no es fácil!
Ya con el sol amenazando con su retirada, y con muchas horas de coche encima, pasa lo inimaginable, y nos quedamos atascados en el barro con el Land Cruiser. Un pequeño espectáculo de media hora, donde el barro fluía como la lluvia en Forrest Gump: por todas direcciones. (nuestra cara, pantalones, manos,...) y se hacia el difícil, no queriéndonos dejar marchar de ahí. El frio - la gran amenaza del frio con la que veníamos atemorizados ¡! - empezaba a calar, y si bien nunca perdimos los papeles ni hubo ataques de histeria...alguno empezó a imaginarse como sería lo de dormir 6 personas en un Toyota a -15ºC...
Ardua batalla la de Gilberto y la de todos para sacarnos de ahí, por fin!! No solo una vez, sino dos. Otra vez…nos quedamos a punto de dormir en el cochecito leré.
Ya entrada la negra noche, con una luna llena increíble acechándonos por las espaldas, no pudimos salvarnos de los últimos sustos al seguir cruzando por ríos infinitos, pero por fin, cerca de las 20.30 de la noche y tras 12 horas largas de recorrido, llegamos sanos y salvos al primer pueblo: Quetena Chico.
Mañana nos adentraremos en la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa.
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