miércoles, 25 de abril de 2012

De camino a la ciudad perdida: MACHU PICCHU

POR FIIIIINNNNN!!!! El afamadísimo Machu Picchu va a recibir una visita de estos intrépidos viajeros que se mueven tanto por el espacio como por el tiempo. En su 100 aniversario (se dice que fue un inglés que, tras pagarle 1 dólar a un niño para que le llevara, “descubrió” el Machu Picchu ( o Montaña Vieja). Y de ahí se considera el aniversario de su descubrimiento, aunque hasta el más niño del pueblo ya parecía conocerlo…
Para ir al Machu Picchu hay varias opciones: caminata de 4 días por el conocidísimo Camino del Inca, que seguro que es espectacular pero cuesta 300dolares y tienes que reservarlo con meses de antelación.  O bien con el carísimo tren (70 dólares) que te lleva hasta Aguas Calientes (pueblo en la falda del Machu Picchu).
Nosotros fuimos al Pueblo de Aguas Calientes  en una van durante 6 horas, hasta la llamada Hidroeléctrica, para luego tener que caminar unas 2 horas más hasta Aguas Calientes (ida/vuelta 80 soles: 25 euros). La verdad es que el viaje en furgoneta vale muchísimo la pena, ya que subes hasta casi los 5000 metros para luego bajar por una carretera medio comida por la selva y las lluvias, hasta los 1300 m. Eso sí, por tramos de carretera de miedo que parecía que se iba a  derrumbar en cualquier momento y con unos precipicios de aúpa. Todo con un conductor que debía estar entrenando para el Rally… más de uno tuvo que bajar del coche para vomitar…

Caminar de la hidroeléctrica hasta Aguas Calientes no tiene perdida, ya que solo hay que seguir las vías del tren. Lo malo es que nos llovió todo el trayectito así que llegamos a destino empapados.

Dormimos en un hotel en Aguas Calientes  (5eu/u), cenamos muy decentemente, para levantarnos al día siguiente a las 4 de la madrugada.
AGUAS CALIENTES

Cuando te levantas a esas horas, solo puedes pensar, entre legañas y restos de pasta de dientes, en que: Bueno, ¡¡ esto es solo una vez en la vida!!(si, así te lo gritas, a primera hora). Ahí con el buen rollismo que has generado para olvidar lo mal que dormiste, nos vamos al desayuno de la recepción, para encontrarnos al “encargado” durmiendo en el sofá, al que hay que despertar, claro…
 “Ah, ¿pero tienen prisa?” 
-  “Pues si, a estas horas uno no está para tomarse tiempo extra, ¿no cree?”  Para matarlo, a esas horas, para matarlo…
Con la lluvia del día anterior, Román se resfría por primera vez en todo el puñetero viaje, el día que vamos al Machu. ¡Manda huevos! Agarramos el bus de subida debido a su estado febril (8eu/u) y que por supuesto todavía llueve, y nos subimos como todo hijo de vecino al Machu Picchu (entrada 45eu/u, que incluye también la entrada a Huayna Picchu).
Esta atracción mundial tiene tanto recorrido ya, que todo funciona al dedillo, con exactitud y sin nada que no hayan previsto ya. Autobuses arriba y abajo constantemente, horarios y recorridos perfectamente pensados, y una gestión eficiente de 1000 visitantes diarios a 30 de Marzo 2012, y no estamos en temporada alta!
Nosotros llegamos a la ciudad inca a primera hora, a las 6 de la mañana, hora en que la niebla aún no te deja ver nada.

Nuestro primer objetivo dentro del parque es subir al Huayna Picchu, que es la montaña grande que da sombra al Machu Picchu y que se ve abajo:

Para subir esta montañita hay que comprar la entrada con antelación ya que al día solo pueden subir 400 personas, normalmente con dos días de antelación es suficiente.
La caminata de una hora es durilla, pues en su mayoría son escalones enormes de piedra, en un entorno vegetal de jungla, húmedo por las lluvias y resbaladizo a menudo.

Más duro se te hace, eso sí, llegar allí y darte cuenta que la niebla no cede por las mañanas, y que eso del “amanecer” en el Machu Picchu es una ilusoria patraña de vendedor de tours de viaje. Allí amanece con niebla, siempre.

Pero por fin, al cabo de 1 hora de “hacer tiempo” en la cumbre, prácticamente todos esperando con el ojo detrás de la cámara, el espejismo se hace realidad, y aparecen las ruinas de este templo inca cuyo verdadero origen o significado son solo suposiciones y conjeturas todavía a día de hoy: la ciudad antigua del MACHU PICCHU:

A la bajada de la montaña tomando la ruta circular y visitando la Caverna Grande que hay por el camino, ya se pone a llover (como era raro que no pasara)  y nos tenemos que refugiar un buen rato. 

La lluvia persiste con fuerza pero no podemos dejar de tomar fotografias:

Alba, rechazando tajantemente la posibilidad de irnos de ahí sin más fotos y en especial las que se toman desde la parte alta de la ciudad inca, consigue que deje de llover milagrosamente y nos dirigimos a este mirador del Machu Picchu, que es el más conocido de todos:

 Finalmente a las 15h nos marchamos de camino a Aguas caliente, esta vez sí, caminando por la tortuosa carretera y sus aún más tortuosas escaleras… Y una cervecita a la entrada del pueblo nos sirve para recapitular el largo y espectacular día.
Ha sido un día largo, larguísimo, y nos merecemos un bañito (a falta de ducha) en unas aguas termales naturales, a las que les han dado refugio en varias piscinas en un enclave de la montaña…
Al día siguiente, y ya a nuestra vuelta al Apu Wasi, Cuzco nos espera para un día más paseando por sus esplendidas calles, e incluso de camino a la estación de autobuses vamos descubriendo nuevas partes preciosas de la ciudad ombligo del mundo.

martes, 17 de abril de 2012

¡Hola Peru!: NOS VAMOS A CUZCO

Cuzco (que significa “Ombligo del mundo”) fue la capital del imperio Inca y hoy algunos la llaman “la Roma de América” por su gran número de monumentos.

La razón por la que uno va a Cuzco es por el Machu Picchu. Eso, es así. Pero cuando entras en Cuzco, te das cuenta de que hay mucho más de Cuzco de lo que te esperabas.  Esta ciudad, que en tantas ocasiones recuerda a las calles de Granada con sus intríngulis de callejuelas arriba y abajo, está a 3.400m, aunque a estas alturas, lo de altura ya no parece un problema para nosotros. 

Nos encantaría explicaros exactamente como son los alrededores, pero es que siempre hemos entrado y salido de la ciudad…de noche L! Y eso dificulta las cosas enormemente.

Cuzco es una ciudad ya grande y moderna, aunque al conservar todos los edificios antiguos y teniendo un centro tan  amplio y con tanta iglesia y construcciones antiguas conservadas, no te da la sensación de estar en una ciudad.

Solo te lo recuerdan los atascos de tráfico, eso sí!  Ah, se me olvidaba…hasta cuenta con un McDonald’s y un Starbucks muy muy integrados en los edificios antiguos, sin eslóganes bestias ni nada).

En cuzco comemos nuestro primer ceviche en un menú de 5 soles (1,8 eu), con sopa incluida. Este restaurante, sin saberlo, nos convierte rápidamente en sus más fieles seguidores durante unos días. En los restaurantes peruanos, la gente va a comer (hasta por 3 soles) y quiere que le sirvan en un plazo razonable de tiempo, que no es más que unos minutos. Si pasa mucho tiempo-unos minutos-sin ser atendido, no duda en levantarse a darle un toque al camarero, y aprovecha para recordarle que, de segundos, quiere ceviche, que no se le olvide.





Nos alojamos en el APU WASI, un hostal en la parte elevada- que no alta- de la ciudad, por 40 soles (13 eu) y aunque pasamos frio como conejos en el invierno patagónico durante todas las noches, podíamos disfrutar de un jardín como este, bajo un sol deslumbrante. 



Tuvimos que quedarnos un par de días en la ciudad, porque no conseguimos entradas libres para subir al Huayna Picchu hasta dos días mas tarde. Así que aprovechamos para conocerla a fondo.

Algo que acostumbramos a hacer en todas las ciudades es visitar el mercado local, estos siempre ofrecen fotografías como estas…


Además de comida rica y barata.

Bueno llego el día: ¡nos vamos a Machu Picchu!

Paseando por la ISLA DEL SOL

Después de pasar unos 5 días en Sorata nos marchamos hacia Copacabana, ciudad que se encuentra a orillas del Lago Titicaca. Salir de Sorata no fue del todo fácil, el bus solo sale si consiguen llenarlo, así que tuvimos que recorrer el pueblo en busca de turistas que quisieran irse ese día. Después de varias horas conseguimos llenar una furgoneta así que salimos.
Llegamos a la poca atractiva ciudad de Copacabana en la que tuvimos que pasar una noche para coger un barco al día siguiente, dirección la Isla del Sol. Conseguimos un hostal muy baratito, por solo 1,5 eu, pero a medio construir, perfecto para pasar una sola noche. Por fin, ese día pudimos comer pescado: trucha, ¡riquísima!
Iglesia de Copacabana
El lago Titicaca es el lago navegable más alto del mundo (se encuentra a 3.800msnm), tiene una longitud de 200 km y unos 100 metros de profundidad. Ciertamente parece un mar.
Después de pasar dos horitas en un bote llegamos a la Isla del Sol.

Esta isla fue muy importante para los incas porque, según estos, aquí nació el Sol (de ahí su nombre). Además hay varios sitios arqueológicos, el más importante es la "Roca Sagrada", que según la historia fue el sitio desde el cual salieron Manco Cápac y Mama Ocllo a fundar la ciudad del Cuzco.
El lugar está poblado por indígenas de origen aymara y quechua, por lo que éstas son las lenguas principales.

Lo bueno de la islita es que tan solo mide 9 kilómetros de longitud, por lo que es muy fácil recorrerla toda a pie.
Nosotros decidimos alojarnos en la parte norte de la Isla, ya que dicen que es una zona mas tranquila y con mejores playas. Ahí nos alojamos en un pequeño hostel justo enfrente de la playa: el Hosal Roca Sagrada, con unas vistas estupendas.

Al día siguiente decidimos darle la vuelta a la isla, pasando por diferentes comunidades:

Viendo paisajes como éstos:

La verdad es que la luz de esta isla es espectacular

Pasamos también a ver las ruinas, que no tenían mucho de especial...

Nuestro objetivo final era conseguir ver la puesta de sol desde la parte más oeste de la isla, aún sabiendo que volver a casa ya de noche no sería tarea fácil. Aún así lo hicimos y realmente valió la pena.

Acabamos llegando a casa con linternas y sin mucho problema.
Al día siguiente de nuevo barquito y hacia Copacabana.


Ahí pasaríamos una noche más para luego volver a cambiar de país y continuar hacia Perú.

En este punto nos despedimos ya de nuestras compañeras inseparables, con ellas al final hemos compartido casi un mes y medio de viaje¡!

¡Mucha suerte en vuestro viaje, seguid disfrutando como lo siempre lo haceis!

sábado, 14 de abril de 2012

SORATA vende hierbas a granel

Después de mucho deliberar, y no teniendo tanto tiempo restante en Bolivia, optamos por ir al no excesivamente conocido pueblo de Sorata. Resulta una gran elección, por múltiples razones, pero quizás la primera de todas sea la vista desde la terraza de nuestro hostal El Mirador:


Ya con esto, podría acabar este post, opino yo.  ¿¿Acaso no justifica esto la visita aunque hubiera sido en patinete?? Pues además, resulta que Sorata tiene otros encantos escondidos.

La primera noche, me fui a pasear solo por el pueblo, y resulta que encuentro a un hippie chileno con el que nos dirigimos a donde suena la música, y allí nos encontramos que están ensayando el baile de semana santa los del pueblo. Al tiempo que van sirviendo unos chupitos de alcohol ( a los cuales no te puedes negar si estás allí presente), todos se van animando un poco más a cada vasito que cae. El baile es simple, primero los hombres, luego ellas. Todos armados con unas “matracas” que hacen ruidos de “carracas”, a las que hacen sonar cada poco rato. Sí sí …por supuesto que el chileno y yo acabamos bailando con ellos, varias veces!! Lamento no tener registro de video o fotos de esto…pero es que a los bolivianos tienen fobia a las cámaras, y tras tanta hospitalidad de chupitos, no era plan.

En compañía de Anina y Montse (las recordarán como las chicas de la mortadela), hacemos varios paseos por la zona: uno hasta la montaña de la antena, y otro a la Gruta de San Pedro. La primera ruta tuvo el encanto de una ruta normal sin saber qué esperar de ella, subiendo y subiendo por la ladera como unos trekkers más….agradable sorpresa, eso sí, al llegar arriba y descubrir una nueva parte del pueblo tan grande como el propio pueblo, ocupado en su mayoría por un colegio de numerosas canchas de basket, futbol, aulas, etc etc…



 
Al día siguiente, un paseo a la gruta de San Pedro, a tan solo 2.30h de Sorata, y con un camino llano y ancho…como los que a mí me gustan! Y con paisajes bien verdes.

San Pedro es el hogar de varios tipos de murciélagos y cuenta con un impresionante lago cristalino en medio de la cueva que si lo entendimos bien llega hasta los 400mts de profundidad:


A parte de la gruta en sí, que no estaba nada mal, y ahí dejamos las fotos para que juzguéis vosotros, mencionar que vivimos (creo que todos) nuestra primera “voladura” de montaña.
Unos obreros- los cuales no hicieron ningún guiño! Ni piropo a las chicas con las que viajaba como hubieran hecho unos españoles o argentinos - estaban haciendo estallar dinamita en algunas partes de la montaña, por los recientes corrimientos de tierras, y nos hicieron  esperar “unos 15 minutos namás, para que alcance la mecha”.  Cuál es el susto cuando, pasados 15 segundos, explota la montaña sin avisar, y vemos una roca del tamaño de un coche salir volando por los aires. “Pero no eran 15 minutos???!!”  Así es Bolivia, imprevisible hasta cuando se trata de la mecha de un cartucho de dinamita…



En Sorata comemos la comida típica de ahí… ¡el fantástico salchipapa! Hecho con autentico aceite negro de tanto utilizarlo. También,  por fin, probamos el Api, una bebida un poco asquerosilla (para que negarlo) hecha de maíz morado molido, azúcar, y algunos tallitos de canela. Se sirve bastante caliente para mantener su sabor, y se acompaña con un buñuelo o pastel.

También, por fin, nos permitimos unos espaguetis en un restaurante (los primeros en todo el viaje) semi-turistico, el único del pueblo, todo para evitar el clásico combo sopa+algo con arroz de todos los días. Amén.

Por cierto, no os hemos hablado de nuestro tambien compañero de viaje en esos dias, el gegen. Insecto parecido a una pequeña mosquita que no te das cuenta cuando te pica pero sí cuando al dia siguiente ya no te puedes dejar de rascar en todo el dia... Deberian acabar con esa especie. Mirar las piernas de Roman:

Descanso en COROICO

Descartamos la idea de hacer la ruta de la muerte en bicicleta porque costaba un pastón, aun así si hay alguien interesado en saber cómo es podéis entrar aquí :


Pues esta antigua carreterita unía la ciudad de la Paz con la zona de las Yungas en Bolivia, por lo que no era una carretera poco transitada… Con sus 3,2 metros de ancho en algunos tramos y hasta 600metros de precipicio al lado, no me extraña que la bautizaran con este nombre. Nos contaron los lugareños que cuando un camión se averiaba en los lugares de sentido único, pues la gente tenía que dormir en la carretera…

Por suerte nosotros ya pudimos transitar por la carretera nueva, que aunque acojona por la altura, por lo menos tiene dos sentidos y está completamente asfaltada. Aun así, nos duro muy poco la alegría porque, solo salir de la ciudad de la Paz, a nuestra van se le reventó un neumático (no me extraña… íbamos 16 en ese cuchitril y además cargados como moros!!) y como era de esperar el que teníamos de recambio era un autentico fiasco (una rueda completamente lisa, perfecta para hacer patinaje pero no para ese día de tormenta que nos había tocado… en dos horas teníamos que descender 3000m de altura y las curvas no eran pocas…). Sin ningún temor cambiaron la rueda y carretera y manta… a rezar se ha dicho.
Llegamos sanos y salvos y además en el camino nos acabo saliendo el sol.

Encontramos un hospedaje muy mono (del que éramos los únicos inquilinos), donde nos atendió una familia muy maja, y en el que estuvimos estupendamente.

Coroico es un pueblo bien tranquilo, en medio de un paisaje muy bonito.













Por sorpresa nos volvimos a encontrar con las chicas con las que pasamos un día mas en el lugar.



Coincidió que los sábados es el día en que la gente de las comunidades va a Coroico para comprar comida y algunos para vender sus productos.


Dimos una vuelta por el pueblo y luego aprovechamos que ese día había transporte para ir a otras comunidades y nos fuimos a Tocaña: pues que chasco…



Esta población es muy conocida y famosa por ser una comunidad afroboliviana, que se asentó allí después de que a los esclavos africanos de la época colonial se movilizaran del trabajo minero al trabajo de campo y cultivo. Además de tener una larga discusión con el chofer, el cual nos quería estafar, llegamos al pueblo y este tenía solo una calle, además no había nadie porque todo el mundo estaba de compras en Coroico.


Como el chofer de la van no nos quería llevar de vuelta pues no tuvimos más remedio que hacer dedo… y suerte tuvimos porque en esa carreterita casi no pasan coches. Por suerte casi al momento paso un camión y nos llevo de vuelta a Coroico.


Y nada más, esa misma tarde nos volvimos a la ciudad de la Paz, de nuevo en otra van abarrotada: