CHI...CHI...¡¡CHICHIRIVICHE!!

1er destino - CARACAS - VALENCIA - CHICHIRIVICHE

La salida de Caracas resultó ajetreada, decidimos aventurarnos e ir en metro hasta la estacion de autobuses y fue toda una experiencia: ocho de la mañana (hora punta en Caracas), los únicos guiris del metro con dos mochilones por espalda, las caras de la gente, unos riendo otros pensando que hacen estos dos locos aquí, el señor que me empuja y mete la mano al bolsillo de Roman, gente muy amable que se nos acercaba para ayudarnos, dándonos indicaciones de "por aquí no vayais que roban mucho, tener mucho cuidado" y al final nuestra salvacion, un predicador evangélico como caído del cielo se nos acerca y nos dice que nos acompaña hasta la estacion, y menos mal porque eso es un gallinero de buscavidas.Nos busca el autobús que tenemos que coger e incluso nos consigue un buen precio (aquí se puede regatear casi todo): fantastico el hombre.

Ya por fin tranquilos en el autobús hora y media después de salir del hostal!

Increible la seguridad: detector de metal, número de pasaporte e incluso nos graban con una cámara a todos los que vamos en el autobús. Dos horas de trayecto hasta Valencia y luego directo a Chichiriviche en un autobús lleno de altavoces con el reggeton a todo volumen, eso sí a una velocidad de vértigo para que el trayecto se nos hiciera mas corto (jamás había visto un autobús adelantar por derecha e izquierda a todos los coches de la carretera, parecía de verdad que hiciera las bajadas en punto muerto, una locura!)

Y aquí estamos por fin en el caribe, playas increíbles, sol, un calor que acojona y aún sin probar el pescado... Estos días en Chichiriviche los hemos pasado en la posada Villa Gregoria, regentado por un hombre español de Albacete de 84 años, un encanto de persona. También hemos conocido a 3 chicos de Barcelona muy locos con los que hemos pasado estos días y con los que hemos compartido lancha, pues resulta que todo el mundo nos había hablado de Chichiriviche pero nadie nos había dicho que a estas playas de ensueño había que llegar en lancha porque justamente solo hay playa en las muchas islas que hay cerca del pueblo. Vamos un día a Cayo Sombrero y al siguiente a Playa Varadero. Increible, típicas playas de postal, arena blanca, palmeras, aguas cristalinas, corales y peces. Un amigo que se sube a la palmera para bajarnos un coco, música, chicas bebiendo ron... La verdad, unas auténticas vacaciones, tanto que hemos decidido continuar con nuestra vacaciones de sol y playa unos días más.

Por si alguien se lo estaba preguntando: sí, en Venezuela SIN TETAS NO HAY PARAISO. Le ponen tetas hasta a las maniquís de las tiendas, la verdad es que resulta exagerado el número de mujeres con pechos y traseros de silicona, al parecer los precios rondan los 2.000 euros así que tampoco es que las regalen, pero es la moda en este país. Eso sí tuvimos un pequeño encontronazo con un local porque un amigo se cambió de bañador dentro del agua y nos dijo que eso aquí no se puede hacer, ¡¡manda huevos!!

Por lo demás este país nos está gustando muchísimo, es cierto que el tema de la inseguridad está en la boca de todo el mundo y eso hace que tengas que ir mas alerta, pero nosotros no paramos de encontrarnos con gente amable, encantadora, siempre dispuesta a ayudarnos y sobre todo sobre todo muy alegre. Estamos mas que encantados.

Un beso a todos y os seguiremos informando.