miércoles, 2 de mayo de 2012

¡VAYA CAÑONAZO!

Y después de visitar uno de los “highlights” del viaje, nos vamos a un lugar al que los demás viajeros también califican como una parada obligatoria en Perú, el Cañón del Colca.

Este cañón es el segundo más profundo del mundo (3191m de profundidad) solo superado por el cañón del Cotahuasi (de unos 150 metros más), ambos cañones se encuentran a solo un par de horas de autobús el uno del otro. Aún así, según muchos, el cañón del Colca es bastante más bonito, así que por eso fuimos para allí. 
Llegamos a Arequipa por la mañana y sin pensarlo, cogimos otro autobús hasta el pueblito de Cabanaconde.
El viaje de nuevo nos ofrece paisajes impresionantes. Primero volvemos a subir metros y nos situamos a cerca de los 5.000m, pasando por una llanura nevada enorme, y luego empezamos a descender abruptamente hasta el pueblo de Chivay.
Pasado Chivay, el cañón ya se empieza a divisar a lo lejos.
Y las carreteras, como siempre, se vuelven más vertiginosas.

Fijaos en la vestimenta típica de la zona, los bordados de gorros y vestidos de las mujeres son preciosos.

En Cabanaconde nos alojamos en el Hostal Pachamama, donde nos sirven uno de los mejores desayunos que comemos en mucho tiempo. Y al día siguiente empezamos nuestra ruta por el cañón.
Como las agujetas del Machu Picchu aún se notan y tenemos prisa por llegar a Lima,  decidimos hacer solo tres días de ruta.
El objetivo del primer día era llegar a Llahuar. Nada más empezar ya se nos engancha un perro muy simpático que bautizamos como “Colca”, y que nos acompañó todo el viaje.


La primera parada fue un mirador desde dónde pudimos contemplar la inmensidad del cañón.


Ese día era todo bajada pero no por ello fue menos agotador. La ruta era una auténtica “destroza rodillas”: 4 horas de bajada de ripio

En el pueblo de Llahuar, solo viven dos familias, y las dos tienes hostales. Nos alojamos en el único hostal de los dos que estaba abierto. Las habitaciones eran muy sencillas, hechas con medias cañas de bambú, selladas al viento con arcilla entre ellas…pero el lugar es único.

Además en este hostal cuentan con dos piscinas de agua termal, una no estaba abierta pero sí la más pequeñita, de apenas 1mx2m…como solo estábamos Román y yo, pues fue suficiente para sentirnos como en nuestro jacuzzi (sin burbujas) privado!
Al día siguiente nos tocaba de nuevo una dura caminada, pero esta vez de subida, unos 800 de desnivel. Tres horitas cuesta arriba, que si ya era dura por ella misma, aún más lo fue por el culpa del solazo que pegaba.
Llegamos arriba agotados, pero desde el mirador de nuevo tuvimos unas vistas excelentes.


Durante un rato el camino transcurrió bien llanito por la ladera de una montaña.
Pero a lo lejos se divisaba el tramo final que nos esperaba de bajada, hasta llegar al pueblo de Sangalle.
Sangalle, también conocido como el Oasis, es eso, un auténtico oasis en medio del cañón. No sabemos por qué, pero en ese lugar se han construido una decena de hostales con unas piscinas increíbles… como si del Caribe se tratase. Lo mejor de todo es que eso, por el módico precio de 10 soles (menos de 3 euros).


No entendemos cómo puede salir a cuenta todo el trabajo que cuesta mantener esto, además, hay que tener en cuenta que en estas zonas tienen que traerlo todo a mula o caballo, todo todo.

Al día siguiente nos levantamos bien pronto para poder hacer la subida hasta Cabanaconde sin mucho sol. Ese día había que hacer 1200m de desnivel, por un caminito que no daba tregua a la subida. En total 3 horas durísimas de subida…
El pequeño sendero, era una auténtica autopista de mulas y caballos, subiendo y bajando, llevando de todo: colchones y material para los nuevos hostales que se estaban construyendo, bebidas y comidas, e incluso turistas que no se veían con fuerza de subir la dichosa subida.






En el camino también pudimos divisar algún cóndor, un ave muy común en esta zona.
Por fin, después de casi 3 horas de subida llegamos hasta el pueblo. Sin tener tiempo ni a ducharnos porque salía el autobús, nos fuimos dirección Arequipa.

TIPS PARA QUIEN QUIERA VIAJAR AL COLCA
No podemos dejar este post sin comentar un par de cosas muy importantes a tener en cuenta para visitar este lugar. Este destino es un poco controvertido para los viajeros, así que ahí van algunas recomendaciones.
    Existe una nueva ley que exige el pago de una entrada para visitar toda la región del Colca. Hasta el año pasado el precio era de 35 soles, pero este año decidieron subirlo al doble. 70 soles (que son 20euros), no son ninguna broma en un país como Perú. Con ese dinero puedes comerte 15 menús… Es un precio muy abusivo. Hemos incluso conocido gente que decidió no ir como forma de protesta… y no es para menos. Lo peor de todo es que, cuando hablas con la gente del lugar, todo el mundo está en desacuerdo con la tarifa. Sobre todo porque se dice que el dinero es para el pueblo pero, obviamente, se lo quedan los “mandamás”, como siempre.
    Por lo que vimos, la mayoría de gente lo que hace es, primero, negarse a pagar nada, y si insisten pues al final siempre te dejan bajar el precio a 40 soles, que es la tarifa de estudiantes.
    Bueno, nosotros tuvimos la suerte de que nos fuimos sin pagar, la primera vez que nos pidieron el boleto nos negamos a pagar nada y no nos encontramos en el camino ningún otro revisor. Pero bueno, la gente se inventa de todo, des de que trabaja en una ONG en Lima,  o simplemente dice que no lleva dinero.
    Lo que está claro es que como máximo tienes que pagar 40 soles, MAS NO!


    Los más importante. Para visitar el cañón no es necesario hacerlo con un tour!! En Cuzco o Arequipa te comen la cabeza diciéndote que no se puede hacer por libre, que es muy complicado, y te quieren cobrar unos 150 dolares por una excursión de 2 días... ¡Es una locura! Con un poco de sentido común es muy difícil perderse. Lo más importante, es que los tours valen un pastón pero luego a los pobres de los alojamientos les pagan una miseria, al igual que a los guias... Nos dijeron que a los alojamientos si van con tours les pagan 5 soles (que es 1,5 euros). Como mucho, si se prefiere se puede contratar directamente en Cabanaconde algún guia local. Sin tours se contribuye un poquito más a la economia del lugar!

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