jueves, 17 de noviembre de 2011

Viajando por el río Amazonas

Hola de nuevo compañer@s de viaje.



Hace ya unos 20 dias que dejamos atrás Venezuela para empezar una nueva aventura por Brasil. La verdad sea dicha, entramos a este país con algo de miedo ya que todos los viajeros nos habían comentado que esto se está convirtiendo en una pequeña Europa en cuanto a precios...y nadie mentía. El transporte, ya sea interurbano, taxi o ir de una ciudad a otra, resulta mas caro aquí que en España. El alojamiento, yo recuerdo haber dormido en un hostal en Sevilla justo enfrente de la Giralda por menos dinero del que cuesta aquí un hostal super cutre en la peor zona de la ciudad, asi que vamos a tener que tomar medidas drásticas y viajar bajo mínimos indispensables. (parece mentira que no podamos usar la tienda, hamacas y esterillas que llevamos encima todo el p*** dia...)

Así pues, despues de un viaje de algo así como 36 horas desde Ciudad Bolívar (Venezuela), llegamos por fin a la ciudad de Manaus. El trayecto fue largo pero el paisaje, como siempre, ayuda a pasar mejor las horas.

Manaus, es la mítica ciudad que se encuentra en el corazón de la selva amazónica. Desde aquí, su única conexión terrestre es la carretera que lleva a Venezuela, y todas las demas conexiones deben hacerse por el río Amazonas (o avión, si se dispone de plata).Desde esta ciudad se puede navegar hacia Perú, Bolívia y por último el que ha sido nuestro destino río abajo hacia su desembocadura: la ciudad de Belem.

Manaus en sí no tiene más encanto que el saber que te encuentras en medio de la selva, porque en realidad es una ciudad enorme, caótica, llena de mierda, huele mal y hace un calor espantoso. La mayoría de viajeros pasa por aquí para hacer un tour por la selva , cosa que nosotros descartamos por caro,y así pasábamos también de traernos el famoso souvenir de la Malaria y el Dengue, de fabricación local. Así, pasamos un par de días en la ciudad descansando y preparando nuestra travesía por el río.
 El trayecto de Manaus a Belem se hace, en principio, en 5 días, aunque nosotros decidimos hacer una parada a medio camino para descansar. Viajar por el río es una experiencia única, aunque nunca muy cómoda. Los barcos acostumbran a ir abarrotados de gente y mercancias (desde peces Piracucu- ultracongelados y de 2 metros de largo- hasta ventiladores y motocicletas) y se duerme en hamacas.


Ay la hamaca...que experiencia la hamaca!! Ya nos habia ganado el corazon, hasta que vivimos como es dormir en ella rodeado de gente, y sus pies, y sus codazos, y sus más intimos olores... No es el barco de Vacaciones en el Mar, pero se sirven comidas! Si no quieres unirte al Club de la Toilette- y visitar el retrete mas de 5 veces al día - es recomendable para el turista proveerse bien de comida y agua para esos días. Como lujo añadido, te podías duchar con agua amazónica cuanto quisieras.









Se viaja muy lento, además, porque verdaderamente NO hay carreteras, y todo el transporte de mercancias es por el Amazonas, lo que supone muchas veces quedarse amarrado en un puerto por unas cuantas horas mientras cargan/descargan. Lo que menos nos ha gustado del viaje, es ver la cantidad de basura que se tira al río, prácticamente parece que lo utilizan de vertedero, los puertos de las ciudades y pueblos estan completamente inundados de basura y por el camino, los locales se divierten jugando a ver quien tira la lata mas lejos.


Lo mejor, poder compartir tan de cerca con los locales, que como siempre acostumbran a ser simpáticos y cercanos aunque nuestro idioma no sea el mismo. Nos está sorprendiendo que podamos entendernos con tanta facilidad hablando Portuñol (mezcla de Portugues y Español). Por otro lado, el poder ver la cultura fluvial amazónica tan de cerca justifica el viaje en sí mismo. Es cierto que la mayoría del trayecto resulta monótono puesto que el Amazonas es tan ancho que normalmente solo ves agua a tu alrededor y como mucho algun delfin -vivo o muerto-, pero los últimos días de trayecto para llegar hasta Belém se navega por unos canales bien estrechos, llenos de vida y poblados alrededor que amenizan mucho el trayecto.











Además, todos estos días los hemos pasado con una fantástica y aventurera pareja alemana que, a sus 65 años, siguen viajando como si tuvieran 20: ¡¡¡ellos empezaron su trayecto amazónico en Perú!!! Y por si fuera poco llevan viajando desde finales de los años 60, así que tenían historias para aburrir. Gracias Bernard y Karen pero estos magníficos días con vosotros.
 







Como os decíamos al principio, decidimos hacer una parada de tres días a medio camino en un pequeño pueblo llamado Alter do Chao. Alter, es una especie de paraíso tropical, con playas fluviales de arena blanca y aguas claras, perfecto para relajarse unos días antes de continuar con la travesía hacia Belem. Aquí también hicimos, con nuestra pareja de alemanes, una pequeña caminata por la selva para sacarnos la espinita de no haber hecho nada en Manaus.

 


Por fin llegamos a Belem. Adiós hamacas, adiós 200 pasajeros, y hola ciudad caótica otra vez.
Llegando a la ciudad de Belém


Nos vamos en breve. Próxima parada: Sao Luis, ciudad del Reggae en Brasil.

3 comentarios:

  1. vaya viajecito enriquecedor, guapo, rico... q suerte!!!
    lastima cómo tratan al amazonas...
    un beso enorme y a seguir viviendo la aventura y yo leyendoos (cuando puedo...jajaja)
    sonrisas de parte de carlota!!
    (estais guapisimos!!)
    ana

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  2. jajaja, Roman!!! llevais no se cuanto por esos lugares, pero hambre no estas pasando eh?? cuida esa imagen por favor, vaya tripon!!pensaba que eras Alex por Dios!

    un abrazo fuerte a los dos y saluda a Romario de mi parte

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  3. Ei Alba! Soc el Sergi, la cris (guzmaner) m'acaba d'explicar que esteu de ruta latina...i pel que veig al mapa...una senyoreta ruta... en quant de temps la voleu completar?
    Si voleu flipar una estona, i aprofitant k hi esteu aprop, passeu pels Llençois Maranenses (jo os puc recomanar Barreerinas i Atins :P), esta al toque desde Sao luis en bus, es baratet i hi trobareu un ecosistema d'un altre planeta.

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