Salimos de Ecuador para adentrarnos (POR
FIN) en terreno Colombiano. Cuanto tiempo esperando este momento chicos! Cuanto
tiempo…muchas ilusiones puestas en Colombia, pues todo el mundo nos ha hablado
taaaan bien de su cordialidad y ‘buena onda’.
Nuestra llegada al país con más variedad
de fauna y flora del mundo (de verdad) empieza por POPAYÁN. Ésta es una ciudad
muy conocida por sus fiestas de semana santa, porque se arma una de esas
congestiones de cristianos caminando por sus calles (de estilo colonial muy
notable, como veréis en las fotos!) que
te dan ganas de salir corriendo….pero Popayán no tiene mucho más. El centro
histórico es demasiado tranquilo incluso!
La primera noche, dormimos por tan solo 12,000 pesitos, que vienen a ser
unos 3 eu por persona…el sitio era horrible, pero por estas gangas, uno se
rebaja de vez en cuando!
…no nos apasionó la onda de esta ciudad,
y en 2 noches nos movimos para adelante…esta vez en dirección a Salento.
SALENTO es un pueblecito de montaña, que en la guía se dice “recientemente más
frecuentado por mochileros”. Uno lee algo así, y se piensa a sí mismo:” bien, pues aun estamos a tiempo de
que no sea excesivamente turístico…” . Bueno, pues no es Lloret de Mar, pero está
lleno de turistas “gringos”. Los negocios de artesanía y hostales han ido
saliendo como champiñones, pero quizás sí que lo pillamos a tiempo…mantiene un
encanto de pueblo en el que todos se conocen, y los guiris se diluyen un poco
en esa población todavía unida.
El verdadero atractivo de este pueblo de
pocas calles, es la cercanía al Valle de Cocora. El Valle es un sitio que no te
acaba de “cuadrar”…está en plena montaña, en el interior, y no es exactamente
jungla, pero está plagado de palmeras ancestrales por todos lados. Te llevan en un 4x4 desde Salento – donde
caben 4 o 6 en el maletero, más los que quepan de pie en el reposapiés de la
puerta trasera. – y te dejan al pie del
Valle. En 4 o 5 horas hicimos una ruta circular calzados por primera vez con
botas de lluvia, por uno de los lugares que más me han gustado del viaje, por
originalidad al menos, o quizás porque teníamos ganas de llegar a Colombia y
todos nos deslumbraba! Y menos mal de las botas…el barro estaba hasta debajo de
las piedras! (bueno…ehem, ya sementiende, ein?)
Aquí unas fotos de este relajante lugar…
De Salento continuamos subiendo, rumbo al
Caribe, hasta la ciudad de Medellín. Aunque no nos detuvimos mucho en este
lugar, muchos turistas (y colombianos también) opinan que ésta es una de las
mejores ciudades del país para vivir. La
que fue mundaliamente conocida como la ciudad del narcotráfico y de Pablo
Escobar, es, hoy en día, una moderna urbe de 2millones de habitantes, con un
montón de buenos parques donde huir del bullicio y que además cuenta con el
mejor sistema de transporte público del país.
A
nosotros no nos pareció nada del otro mundo, aunque cierto es, que teníamos
tantas ganas de llegar al Caribe que no le prestamos mucha atención.
Eso sí, los paisas (tal y como se llama a la gente de esta zona del país) se tienen muy bien merecida, la fama de ser de lo más simpáticos y acogedores.
Próximo destino... EL CARIBE!!!
neennneesss....¿nunca llegásteis al caribe??? avui estava actualitzant el nostre lblog i m,he enrecordat del voste. Com esteu???
ResponderEliminarmuakksss